LEYENDAS POPULARES DE CHILE "LA QUINTRALA"
28.06.2014 18:48
Leyenda de la Quintrala
A principios del siglo XVII, en la época colonial, nació Catalina de los
Ríos y Lisperguer hija de Don Gonzalo de los Ríos y Encio, y la Doña
Catalina Lisperguer y Flores; una millonaria familia, entrelazada con
muchas potencias de la época.
La Doña Catalina, también conocida como la Quintrala, debido a su
rojizo cabello, era una mujer alta, muy hermosa, con mirada dura y
penetrante, que poseía muchas tierras en Santiago. La leyenda cuenta
que esta mujer hizo pactos con el Diablo en múltiples ocasiones, que
era mala como este mismo, era capaz de los más atroces actos llevada
a eso desde joven debido a que su madre y su abuela - posteriormente
su tutora - también lo eran, unas asesinas. Un día caminando por sus
terrenos se encontró con un árbol, que tenía la cara de Cristo, por lo
que ordenó cortarlo y en él, tallar un Cristo el cual colocó en su sala de
estar y este, fue testigo de los más atroces planes de esta mujer, de
muertes, engaños, brujería, torturas, etc. este Cristo fue bautizado
como ''el Cristo de la agonia''. Tiempo después en un ataque de ira
ordenó que lo quitasen de su casa y lo llevaran a la iglesia San Agustin,
debido a que ''la seguía con la mirada''.
Este Cristo actualmente sigue ahí, aunque se le llama ''Cristo de Mayo'',
debido a que hubo un terremoto en mayo y Catalina se refugió en la
iglesia junto con su hermana, todos los muros cayeron, excepto en el que
se encontraba el crucifico, aunque, descendiendo su corona de espinas
hasta su cuello, hasta hoy sigue ahí ya que nadie se atreve a tocarla.
Podemos destacar entre las atrocidades de las cuales era capaz, un día
en que su servidumbre, unos indios, se escaparon, y ella mandó a un
mayordomo a buscarlos y traerlos, prendiendoles fuego y así que
murieran, lenta y dolorosamente.
Se cuenta que mató a su padre agonizante con un pollo envenenado, y se
dice que ella estaba enamorada del padre de una iglesia cercana a su
hogar, pero este la presionó para casarse en un matrimonio arreglado
con otro hombre, así que esta quiso cobrar venganza matandolo a través
de la brujería, pero el huyó hacía Perú, para volver mucho tiempo
después cuando ella fue aprisionada debido a sus crímenes, aunque
igualmente no recibió castigo alguno, gracias a la influencia de su dinero.
Con su esposo, tubo un hijo, el cual no llegó a sobrepasar los 10 años,
y murió enfermo, también ella hizo un pacto diabólico para que este se
curará, pero al parecer no fue oído.
Esta mujer posteriormente dispuso su testamento, en el cual deseaba
se hicieran veinte mil misas en su honor y otras 500 en honor a quienes
mató, para ello dispuso su dinero.
La Quintrala a sido uno de los personajes más famosos de los tiempos
Chilenos, debido a su maldad, y sus pactos con el diablo, su hechicería,
asesinatos de diversos tipos y las más grandes atrocidades que puedan
existir, a las que, según la época debían merecer el más fuerte de los
castigos; la muerte, pero debido a su poder económico,logró salir impune,
ya que aunque la religión era considerada la dominante de los tiempos
coloniales, el poder y el dinero siempre han sido fundamentales para
''salirse con la suya''.
Se dice que en esa casa en la que vivió, podían oírse ruidos, y los
transeúntes comentaban el aire frío y las vibras negativas, además de
que al mirar a la mujer a los ojos, podían sentir un escalofrío recorrer
su cuerpo, la Quintrala era analfabeta, jamás aprendió a leer, pero sin
embargo a sido una de las mujeres más malignas de todos los tiempos,
alcanzando un gran impacto en el país, sobretodo por el hecho de que
siempre conseguía lo que quería y se salía con la suya.
Esta leyenda se desarrolla en nuestro país, aunque principalmente en
sus terratenencias y en su casona en la Ligua. Se ha ido difundiendo
desde alrededor del 1600, sobre todo cuando Benjamin Vicuña Maquena
escribió en 1977; una cronica en la cual la resalta como una mujer
deplorable y maligna. Comenzó cuando esta hizo su primer pacto con el
diablo, además de que ya antes su familia resaltaba por ser bastante
malvada.
Los testigos de su maldad ya están muertos, a excepción de aquel Cristo
en su sala de estar; el cual es el único que actualmente está vigente en
una iglesia.
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